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DESTRUYENDO CONCEPCION
Blog
lunes, 29 de diciembre de 2008
La tónica de los edificios nuevos que se están construyendo en Concepción, ya lo sabemos, son los mismo que están en todos lados. Enchapado de ladrillo y concreto blanco. Con alguna que otra pequeña diferencia, son todos IGUALES. Un caso ejemplar de esto, son los edificios ubicados en las periferia de la Universidad de Concepción. Éstos, ubicados en bloque frente a la U, han deteriorado significativamente su ambiente lumínico, tapándole el sol durante la tarde, a medida que éste se va poniendo. Un resultado inmediato, es la increíble luz que tenía la biblioteca de la Facultad de Lenguas, durante los atardeceres, de ahí que tuviera grandes ventanales mirando hacia el poniente. Por supuetso, miradores ubicados en la misma universidad han perdido su encanto debido a que se han transformado en miradores de edificios, en vez del río, sus puentes o la ciudad en general. Una lástima. Si por lo menos los edificios fueran dignos de mirar, pero la verdad, son tan repetidos y poco originales, que se encuentran en todas las ciudades. En Santiago, por ejemplo, debido a que la ciudad es más grande, el impacto visual de estos edificios -que son muchos- es mínimo, porque están repartidos por todas las comunas; en Concepción, sin embargo, que es una ciudad mucho más pequeña, no pasan desapercibidos en lo absoluto porque están todos en el centro. Nuevamente, si antes Concepción tenía poco que ofrecer en lo arquitectónico que la hiciera una ciudad digna de visitar, ahora menos. No hay nada que ver que no esté en cualquier otra parte. Menos turismo.
La foto viene de un foro chileno de www.skyscraperlife.com un sitio dedicado al registro de edificios y arquitectura en general. En él los miembros de la comunidad que aman este tipo de edificios los registran y comentan apasionadamente.
lunes, 29 de septiembre de 2008
Esta imagen está tomada del sitio " Plataforma Arquitectura" en donde se hace referencia a una tesis que se llama “La Transformación del Centro de Santiago a partir de la vivienda en densidad”. Autores, Gilberto Lepori Botto, Marisol García González, Jocelyn Froimovich Hess, Javier Vergara Petrescu. PUC 2006. Resulta que, claro, como el mercado finalmente regula la normativa de consdtrucción y otros que permiten la construcción de estos monstruos, la mayoría de las empresas optan por la construcción de edificios "tipo", que se modifican ligeramente para satisfacer lo que el inversionista busca, ganar dinero en el mínimo tiempo posible con el menor esfuerzo en el espacio que hay. En otras palabras, no piensa en un valor agregado en cuanto a diseño o a la "arquitectura de autor". Como resultado, tenemos el edificio enchapado en ladrillo que todos conocemos, feo, común, repetido hasta el cansancio, y la verdad, no debe ser muy agrdable vivir en ellos. Si alguno a entrado a alguno sabrá que desde cualquier pasillo, por ejemplo, esperando el ascensor, se pueden oir las conversaciones de al menos tres departamentos. Y se oye TODO. Cero privacidad. En fin. Acá pueden ver una entrevista a Luis Izquierdo sobre este tema, tomado desde el blog Matices. Un extracto: Visto en términos amplios, existe dos tipos de demandas por parte de nuestros mandantes, en el mercado. Uno corresponde a quienes quieren construir, pero no quieren tener un verdadero arquitecto. Porque quisieran poder hacer un edificio saltándose al arquitecto, –el arquitecto entendido como el autor responsable de la totalidad de la obra–. No quieren tener un arquitecto autor. ¿ Y por qué no quieren?. Porque el agente inmobiliario quiere tener un proyectista supeditado o anexo a un equipo, porque no quiere innovar, porque ya sabe de antemano lo que quiere hacer, y como sabe, no necesita preguntárselo a un arquitecto. Quiere hacer un edificio igual al que ha hecho durante los últimos 20 años, de 4 departamentos por piso, que tienen 70m2, etc. Y sabe cómo hacerlo, más o menos, y sabe que se vende el enchape de ladrillo. Y listo.
EC
...a cobrar.
LI
Claro. Esos señores no quieren, un arquitecto que le venga a alterar una idea con la que ya han operado satisfactoriamente y, sobre todo, temen que les introduzca un factor de incertidumbre en una cuestión que es un negocio. Y como todos los negocios se juegan en la ecuación riesgo/utilidad, normalmente un arquitecto innovativo es un riesgo innecesario. En el fondo, contratan el mínimo de arquitectura posible porque sólo necesita unos planos con los que puedan construir y que sirvan para que el proyectista estructural haga sus cálculos. Ese arquitecto presta un servicio anexo para ejecutar la obra, y el mandante no espera que sea verdaderamente un autor. Porque en el fondo, el autor hace una operación creativa cuando se plantea el asunto desde una totalidad. Y desde ahí da una respuesta que puede ser mejor o peor, según el caso. Este seudo-arquitecto no se hacer cargo de la totalidad y toma un rol secundario. De ello resulta la gran masa de lo que se construye.
EC
( Claro, la gran masa de escombros y mugre de la superficie construida )
LI
Pero también existe el otro extremo, donde el cliente sí quiere tener un arquitecto autor. Aunque en ese caso normalmente lo que quiere es comprar es un cierto prestigio. Un status, una firma, lo que los economistas llaman; "un valor de marca". Ya ha sido bastante comentado esta proliferación de arquitectos estrella, el star system, que está ligado a este fenómeno. Hubo un momento crucial en la historia reciente de la arquitectura, cuando las tapas de las revistas cambiaron las fotos de las obras por los retratos de los arquitectos. Y es esa instancia, -el mismo momento cuando en los frascos de perfume aparece la firma de un actor de cine-, es cuando se vende la marca del arquitecto como algo adicional al pago de honorarios por un servicio profesional. Finalmente, puesto en esta polaridad, lo que se demanda como arquitecto es: o que prestes un servicio desligado de su responsabilidad como autor de la obra, o bien se le demande tal autoría por la marca que representas, por el prestigio asociado como valor agregado. Pero nosotros no hemos querido calzar con ninguna de las dos alternativas. Creemos que el arquitecto tiene una responsabilidad que, en términos éticos, es irrenunciable. Incluso jurídicamente es así, uno es el responsable de la obra. No podemos aceptar encargos en lo que en el fondo, lo que se me esté pidiendo es que renuncie a la responsabilidad de la autoría. Es algo que no estoy dispuesto a hacer.
martes, 8 de julio de 2008
No se trata de evitar que se construya, sino que si se hace, se construya con identidad. Un toque creativo se agradece, un trabajo bien hecho y una idea que no entorpece el entorno es un nicho que se transforma en un plus para lo nuevo. Se pueden hacer edificios, claro, pero no tienen que ser todos iguales y hechos en serie.
Siguiendo con el registro de puertas típicas. 1/4 2/4 3/4 4/4 Un agradecimiento especial al amigo que me vió con la cámara y decidió quedarse para salir en la foto antes de ir a esconder su sopaipilla.
lunes, 21 de abril de 2008
Presentando a uno de las principales empresas responsables de la "nueva" cara que esta adquiriendo Concepción en base a la destrucción de la arquitectura típica de nuestra ciudad. Por la manera en que llevan a cabo su presencia comercial, no se puede decir precisamene que quieren ser de bajo perfil. Está bien que al lado de cada edificio esté una oficina de la inmobiliaria... pero ¿tiene que ser con esa arrogante actitud? Digo, entendería tamaña tipografía, si ésta estuviera en altura o tuviera que verse desde lejos. Pero resulta que lo más lejos que se puede leer es cruzando la calle a la vereda de enfrente.
jueves, 17 de abril de 2008
Freire se está empezando a llenar de edificios -todos iguales- de más de 10 pisos. Si por lo menos fueran edificios con diseño. En fin. Hacia al sector norte de la ciudad, hay muchas casas que son grandes hacia atrás -a veces ocupan media cuadra- y que al frente tienen una pequeña puerta. Como la casona de Felipe, que ahora ya no vive ahí, sino en Suecia con su novia Karin. 1/4 La Casona donde vivía Felipe 2/4 3/4 Tipo Metrópolis 4/4 Tipo 60s
jueves, 24 de enero de 2008
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